La vida se mueve en ciclos. Todo comienza, florece, se transforma y finalmente se despide para dar paso a lo nuevo. Lo mismo ocurre en nosotros: hay etapas, relaciones, pensamientos y emociones que necesitan concluir para que el alma pueda seguir creciendo.
Cerrar un ciclo no significa olvidar, sino honrar lo vivido, agradecer lo aprendido y soltar lo que ya no corresponde a tu presente.
Este año, el 9 de septiembre (9/9) nos ofrece un portal energético único para iniciar un proceso de liberación. Sin embargo, debido a la temporada de eclipses que atraviesa el mes, este ritual no se realiza en un solo día, sino en tres momentos sagrados: preparación, limpieza y liberación.
Te invito a recorrer este viaje conmigo.
Primer tiempo: 9 de septiembre – La siembra de intención
El 9/9 es el día perfecto para dar el primer paso hacia tu liberación. La vibración del número 9 nos recuerda que cada final es también un nuevo inicio.
Ese día no encenderás la vela ni harás el ritual completo. Lo que harás será escribir tu carta de liberación, el acto simbólico que guardará la semilla de tu proceso.
Busca un espacio tranquilo, respira 9 veces con consciencia y escribe con sinceridad:
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Lo que agradeces de ese ciclo que deseas cerrar.
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Lo que reconoces que ya no deseas cargar.
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Lo que hoy eliges soltar con amor.
Dobla la carta y guárdala junto con tu vela ritual. Esa será tu ofrenda en pausa, esperando el momento justo para encenderse.
Afirmación del 9/9:
“Hoy siembro mi liberación con amor. Guardo mi proceso en calma hasta que llegue el momento perfecto.”
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Segundo tiempo: 18 de septiembre – La limpieza interior
A mitad del camino, cuando la energía de los eclipses todavía nos envuelve, llega el momento de revisar cómo nos sentimos y aligerar lo acumulado. Este día no se trabaja con la vela, sino con la respiración, la reflexión y el cuerpo.
En este intermedio sagrado, haz lo siguiente:
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Respira conscientemente en ciclos de 9 (inhala 4, retén 2, exhala 6).
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Mírate al espejo y repite:
“Elijo amarme y liberarme. Estoy en paz con mis procesos.” -
Escribe en tu cuaderno:
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¿Qué he sentido desde que escribí mi carta?
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¿Qué emociones aún me pesan?
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¿Qué necesito limpiar hoy de mí?
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Lava tus manos en agua con sal y visualiza cómo lo viejo se desprende de tu energía.
Afirmación del 18/9:
“Hoy camino más ligero, dejando atrás lo que ya no necesito.”
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Tercer tiempo: 27 de septiembre – El ritual de liberación
Este es el día en que el fuego vuelve a ser nuestro aliado. Después de la marea de los eclipses, el 27/9 llega con claridad y fuerza para sellar lo que iniciaste el 9/9.
Prepara tu altar con tu vela, tu carta y, si lo deseas, elementos de limpieza como palo santo, salvia o copal. Enciende la vela y declara:
“Hoy libero con amor lo que ya cumplió su propósito en mi vida.”
Lee tu carta en voz alta y entrégala al fuego, confiando en que el Universo la transforma en luz. Imagina frente a ti un portal luminoso y cruza al otro lado, dejando atrás todo lo que soltaste.
Finalmente, escribe tu decreto de inicio en presente:
“Hoy inicio una nueva etapa llena de confianza, amor y claridad. Estoy listo/a para recibir lo nuevo.”
Afirmación del 27/9:
“Los finales no son pérdidas, son portales hacia lo nuevo.”
Un viaje en tres tiempos
Este ritual está diseñado así porque durante los eclipses no se recomienda manifestar ni sellar intenciones. Los eclipses son para limpiar y soltar, no para sembrar.
Por eso, el 9/9 siembras tu carta, el 18/9 limpias tu energía y el 27/9 finalmente enciendes tu fuego de liberación.
Tres momentos, tres pasos, un mismo propósito:
soltar con amor y abrir el corazón a lo nuevo.
“Que este viaje te recuerde que no caminas solo. El Universo acompaña cada paso de tu transformación.”